No hay resultados por tu búsqueda

ESPACIO UNIQUE

Ropa de alga por @phyll.sustainableclothing

¿Una mezcla de biología y diseño? Sí. Francisca Weinsten los fusiona y lo aplica a la moda, creando textiles con fibras de algas. Una expresión artística rupturista, amigable con el medio ambiente y con el cuidado de nuestra piel. Hoy, desde Portugal, sigue buscando y experimentando con materiales naturales.

18.10.2022

¿Cómo describirías tu arte? ¿En qué consiste la técnica que usas?

 

Yo definiría mi arte como el arte de crear textil desde la biología y las diferentes herramientas que la sustentabilidad nos va entregando. Cada vez tenemos más opciones sustentables en la moda. Mi técnica es diseñar ropa en torno a una línea 100% natural y amigable con el planeta. ¡Es la fusión entre biología y diseño!

 

¿Qué te motivó a hacer lo que haces hoy?

 

La verdad es que yo soy apasionada por las prendas de vestir y telas desde que tengo recuerdos. Siempre soñaba con hacer mi propia marca de ropa, y con el tiempo me fui haciendo consciente de lo importante que es trabajar con materialidades “sanas”, tanto para nuestro cuerpo como para el medio ambiente. Para mí es muy importante sentir que estoy creando y aportando al mundo un granito de arena consciente, y lo que entrego no es solo una pieza de vestir bonita, sino también es sana para el cuerpo y consciente con las materialidades usadas.

 

Mi motivación para crear textiles con fibras de algas partió en mi tercer año de la universidad, cuando hice un trabajo donde había que investigar sobre algas, y me enamoré de todas sus propiedades. Empecé a alimentarme en base a ellas, luego me puse a investigar sus efectos en la piel y lo llevé hacia los bio-textiles.

 

¿Qué te inspira a la hora de crear?

 

Quiero soñar y seguir soñando, mi motor es la creatividad y energías sanas. Cada vez que quiero crear, parto haciendo un moodboard de todo lo que me gusta, a pesar de que sean cosas que “no tengan sentido” unas con otras. Al final me doy cuenta de que todo lo que está en ese moodboard me acerca hacia texturas, colores, historias y estilos que quiero representar. Me gusta trabajar en papel, recortar revistas, pintar, dibujar y escribir a mano.

 

¿Cómo nació tu proyecto artístico?

 

Yo siempre tuve la certeza de que iba a hacer una marca textil. Algunas veces pensaba en hacer telas, luego me di cuenta que me encanta hacer ropa con buenas telas y que tengo talento para diseñar en moda. Tenía la idea de hacer una marca de bikinis, pero quería hacer bikinis 100% biodegradables, sin nada de plástico. No me gusta en mi marca usar plástico reciclado porque lo que estoy fomentando con Phyll, además de consciencia ambiental, es el cuidado de nuestra piel.

 

Me vine a vivir a Portugal hace dos años, justo antes de que empezara el confinamiento, porque aquí tienen grandes industrias textiles y se están abriendo hacia nuevas ideas y proyectos sustentables. No lo dudé y quise venirme a vivir al lugar en donde actualmente estoy creando la base de Phyll, porque el estar cerca de donde nace todo me hace aprender y crecer mucho en mi área. Aquí tengo la posibilidad de buscar y experimentar con materiales naturales todo el tiempo.

 

¿Cómo aprendiste la técnica que utilizas?

 

En realidad siento que sigo aprendiendo y que me queda muchísimo por aprender. He ido investigando con perseverancia, y así una cosa me ha llevado a la otra, y me seguirá llevando hacia muchas técnicas más en torno al arte.

 

¿Qué es lo que te diferencia de otros artistas?

 

Es difícil comparar un artista con otro, porque al ser artistas, cada uno tiene su sello y lo que nos hace únicos y diferentes. Me diferencio porque mi técnica tiene la  capacidad de adaptarse a diferentes opciones de materialidades para lograr mi finalidad principal, que es la sustentabilidad y calidad en los materiales textiles. Trabajo con biomateriales y algas en este momento, que son un gran material por sus infinitos beneficios.

 

¿Qué futuros proyectos tienes pensado para tu marca? ¿Cuál es la visión que tienes?

 

Mis futuros proyectos tienen incluidas las algas, por supuesto, pero también nuevas opciones de telas. Sigo trabajando en lograr trajes de baño 100% ecológicos y biodegradables, cada vez lo veo más cercano y tengo nuevos biomateriales por lanzar,que pronto serán parte de Phyll.

 

¿Qué buscas transmitir a través de tu arte?

 

Busco transmitir naturalidad, calidad, sustentabilidad y elegancia. Un estilo de vida sano y cómodo. Colores neutros, telas suaves y ligeras. Busco textiles que aporten beneficios a la piel, y así nosotros aportar al medio ambiente usando textiles libres de químicos tóxicos para el planeta.

 

¿Cómo sientes que es ser artista emergente en Chile?

 

En mi caso yo decidí salir de Chile para entrar de lleno en la cuna donde estoy creando mi arte. Chile es mi país natal, mi casa, familia y estudios, y me dio todas las herramientas para seguir creciendo en lo que hago. Pero necesito estar en donde creo mis textiles para ver y analizar todo el proceso desde cerca.

 

¿Qué le dirías a todas esas personas que están comenzando su carrera artística?

 

Les diría que si tienen pasión por algo, confíen y perseveren en lo que sueñan, porque personalmente creo que todo es posible con constancia.

 

¿Qué ha sido lo más difícil en tu carrera como artista?, ¿Y lo más lindo o lo que más disfrutas?”.

 

Lo más difícil ha sido adaptarse a las adversidades que se van encontrando en el camino, las limitaciones de grandes ideas que cuando pasan desde la cabeza a la realidad no siempre son iguales. 


Y lo más lindo es poder despertarse con una energía creativa todos los días y expresarla. Activar la creatividad en todo momento y disfrutar los procesos, porque siempre las dificultades en cada proceso tienen una linda enseñanza que me hacen más sabia y experta en lo que hago. La perseverancia me lleva a buenos resultados, algunos a largo y otros a corto plazo.


¿Cuál ha sido el momento o creación artística que más te ha marcado? ¿Por qué?

 

Hace dos años, cuando llegué sola a Portugal a crear una marca de ropa, que en ese momento solo era una idea y sueño en mi cabeza. Además, tuve que instalarme en un país nuevo en pleno confinamiento y en pandemia.

 

Me vine a vivir sola a Lisboa, porque sabía que en el norte de Portugal había mucha industria textil y personas de las que podía aprender. No conocía a nadie, y tampoco tenía ningún contacto, así que fui tocando puertas y con paciencia he logrado conseguir lo que quiero. Ha sido muy difícil: viajes de cinco horas de ida y cinco horas de vuelta en bus o tren para ir a un lugar en específico, y muchas veces no consigo buenos resultados. Pero estas dificultades me motivan mucho, porque cuando logro resultados positivos me da una satisfacción y alegría inexplicable, que es mi motor para seguir y siempre querer lograr más.

PODRÍA INTERESARTE